Hace unos días estuve discutiendo con Mª Ángeles. No fue una discusión de esas donde nuestros egos quieren llevar razón sobre todas las cosas, no. Fue una de esas veces donde los discursos no se enfrentan, sino que van de la mano. Esas pocas veces en las que lo que mueve es un mismo objetivo; que discutimos para encontrar una respuesta.
¿Qué cúal es la pregunta que nos hacíamos? Pues una des esas que, evidentemente, no tienen fácil respuesta. Queríamos saber “¿Cuando un cuento funciona?”.
cuando un cuento funciona… |
Tantas veces contamos cuentos a tantos públicos diferentes que ésta pregunta revolotea siempre cerca. Y otras tantas veces buscamos respuestas, por ejemplo, en la edad: ¿y si dividimos los cuentos por edades adecuadas? Tal vez así sepamos los cuentos que funcionan bien en cada tramos de edad. Ésta, en sí, parece una buena idea, pero la realidad que nos encontramos que las clasificaciones por edades son tramposas y liantes. ¿y si los elegimos por temática? ¿o los seleccionamos por el tipo de narrativa? ¿y qué tal si los cuentos funcionan según sea el grupo donde se cuentan? ¿o será cosa de los soportes: de las imágenes, de los vídeos o las voces de los narradores? ¿cuando un cuento funciona?
Así fue como, en medio de estas preguntas, surgió una respuesta, de esas que llama la atención, que para el hilo del discurso, que acaba con la discusión. Mª Ángeles dijo:“Un cuento funciona cuando yo lo comprendo!
Y así fue como lo escuché por primera vez. Y desde que escuche esta frase le voy dando más y más verdad. Pues, como suele pasar en otras ocasiones, cuando uno mismo es capaz de llegar a comprender todo funciona. Entender un cuento es escucharlo y quedarnos en lo obvio. Comprender un cuento es vivenciarlo con nuestro instinto, emocionarnos con los protagonistas y llevarlo a la conciencia. Y así fue como comprendí la frase de Mª Ángeles.
Cuando uno comprender un cuento llega a la conciencia y se vuelve lúcido para nosotros y es en ese momento en el que el cuento funciona.